grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
bueno, no es novedad que en esta epoca del año uno se encuentra insoportable.
si a eso le sumas que hace calor, tenes sueño, no te sentis bien, y que te está por venir... mmm... lo que se obtiene es un volcan a punto de destruir todo...
Hace días que comenzó el clasico calorcito findeañero... anoche llovió torrencialmente, de lo cual no me percaté y salí en remerita... conclusión. Morí de frío. el termometro del mal humor aumentaba diez grados...
bajo del cinco en plaza miserere y tengo que caminar seis o siete cuadras por Av. Pueyrredón, que entre los puesteros, la vieja que está buscando la parada del colectivo, la mina con el carrito de bebe que camina a cuatro por hora, y los otros doscientos pelotudos que se cruzan en el medio de la vereda....definitivamente esas seis o siete cuadras se convierten en sesenta... y si encima vas con una valija, dos ula ulas, una bolsa de pelotas de pelotero y una cartera... sin duda alguna, se convierten en cien.
tenía exactamente 25 minutos para comprar, tomarme el ciento treinta y dos y llegar a animar. entro en el local de siempre y me dicen que no les alcanza la tela que tienen ahi para darme cinco metros. que la mandaron a pedir. que ya llega. espero. espero. sigo esperando.
Pasan quince minutos de esperar pacientemente... y nada. Le pregunto al vendedor y me dice que ya me lo trae. Le digo que me cruzo a la merceria, que ya vuelvo. Que en cuanto llegue la tela, la corte y la prepare que yo ya vuelvo.
Ya habia gastado 18 minutos... y aun no tenia nada de lo que habia ido a buscar. En la caja de la merceria se me intenta colar una mujer. Con el dinero exacto en la mano pego un grito de que yo estaba primera.
Pago y cruzo por la mitad de Lavalle entre medio de un colectivo y un taxi que estaban intentando superar el embotellamiento. Antes de pasar por el local de la dulce espera, paso por otro a comprar una tela. Como el "buen muchacho" que atendia estaba entretenido cantando una cumbia, tuve que asomarme con todos mis bartulos para que me atendiera.... la caja quedaba en la otra punta, asi que le pregunte si le podia alcanzar él el dinero a la señora de la caja para no entrar con todo... tarde, el hombre ya se habia ido a cantar su cumbia nuevamente... deje todo tirao en el piso, pagué y salí... cuando me crucé con él, a la salida del local, le pregunté si tenia hora, y con un seco NO me despidió....
Finalmente llegué al otro local, donde pensé que ya iban a tener mi tela cortada... y disfrutar de esa manera de los ultimos cinco minutos que me quedaban...
Pero no... la tela no estaba cortada, y los minutos de gracia, los consumi en esperar que me la cortaran...
Sali corriendo a la parada del colectivo, que despues de tres que no me pararon y un puteapatada de por medio... el cuarto me paró y me llevó.
Al bajar, el colectivo me dejó gratamente en medio de paraguay, asi que tuve que atravesar los autos que estaban por ahi andando...
Llegué al salón, donde tuve una animación para un detestable pequeño de seis años... que lo único que hacia era preguntarle a cada uno si le habian traido regalo y que se encargó de custodiar toda la fiesta el cajón de los regalos....
Odioso, caprichoso, disperso, agotador....
Y bueno, lo que quedó... fue un viaje en el tan grato noventa y dos, donde viajé parada, apretujada, y soportando que la gente se saque los ojos por un asiento, o recriminandose uno a otro quien se lo debia dejar a un pobre hombre que estaba con bastón...
pero bueno...
Llegué y estaba mi amor, con una sonrisa, un beso y sandía para devolverme la alegria al cuerpo y al alma....
y... ahora terminó de cerrar el circulo de la felicidad diciendome :"me tomaria un heladito..."
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